Reseña 129 : Hielo y plata (Alena Pons)

¡Fadetes!

En mi carta a Sus Majestades de Oriente siempre hago una lista de distintos títulos para que Melchor, Gaspar y Baltasar no se equivoquen con su regalito y acierten seguro. Bien, éste fue uno de dichos títulos y Santa Claus, se anticipó a ellos regalándome ésta novela. Esa misma noche, empecé a leerlo. A partir de allí fue pura fantasía: no solo por lo que su lectura me ha aportado sino por tener el lujazo de ir comentando la lectura con la propia autora, Alena Pons y no le puedo estar más agradecida. Estoy deseando que se pueda hacer una firma de libros presencial y tenerlo dedicado. ¡Queda pendiente, Alena! Va que me enrollo... 

OMG ¿se puede empezar el año con mejor novela que esta? Ésta obra tiene de todo y el debut en solitario de Alena Pons es tan magnífico, o incluso mejor, que el de la protagonista de ésta preciosa historia sobre el hielo. No pude terminarlo en 2020, pero me duró pocas horas porque terminé de leerlo a las 2h 30m de la mañana (2 de enero). La sinopsis del libro es el resumen perfecto sobre la novela así que no te daré detalles innecesarios o spoilers al respeto.

El patinaje artístico sobre el hielo, sin duda alguna, es el eje de toda la historia. Tanto Mariya Vilamarín como su hermana Nastya, se desviven por y para el hielo. Mariya está cansada de vivir a la sombra de su brillante hermana mayor y decide mudarse y dar un paso más en su carrera deportiva. Ese es el inicio de lo que está por llegar... 

Los personajes están muy bien construidos, personajes reales con los que fácilmente te encariñas especialmente, en mi caso, con dos de ellos (los Silver Pair): Ari y Pablo.

Ari y Pablo (il. por Rei Rachel)

Ari es una patinadora de élite con las ideas claras, luchadora, que no se da por vencida y está dispuesta a luchar por su sueño. Pero es de carne y hueso, muy humana, con sus dudas, temores e inseguridades. Y es que ser la hermana pequeña de una estrella del patinaje no es fácil de llevar, una se cansa de estar en la sombre... Por suerte, se lanza a la piscina.

Debajo, en un aburrido rosa pálido, hay una falda que, en teoría, simula los pétalos. Los pétalos de una flor marchitada por el tiempo. El tiempo que ha pasado entre mi sueño infantil y la dolorosa realidad. [p. 92]

Pablo es uno de los mejores patinadores españoles del momento, una persona excepcional y un gran amigo que no dudará en tender la mano a una patinadora que decide tirarse a la piscina como años atrás hizo él. [Me declaro fan de #Pablari, aunque prefiero #Aristrada].

Los personajes secundarios son importantes en el día a día de sus protagonistas pero si alguien ha conseguido conquistarme ha sido Julia, la amiga incondicional de Mariya. Ya conoces el dicho : quién tiene un amigo, tiene un tesoro. Por supuesto hay más pero éstos son con los que más disfruté.

Aunque la narración de la novela (en primera persona de Ari) incluya la parte técnica de ésta disciplina se puede seguir bastante bien. Y si en algún momento tienes alguna duda, puedes recurrir a internet para buscar el nombre de uno de los saltos o escuchar, como música de fondo, la canción del programa corto o largo que están entrenando. 

La manera de escribir de Alena es cautivadora, no solo es adictiva sino que ofrece lo que la historia requiere en el momento preciso: diálogos, exhibición, suspense, mensajes de móvil, entradas de blogs con entradas de los distintos comentaristas de cada competición... La edición no puede ser más bonita : empezando por la cubierta, siguiendo por la primera página con esas asombrosas marcas de las cuchillas en el hielo, los inicios de capítulos, las distintas partes con sus copos de nieve y esas páginas (extras pero de interés) que alternan con la narración.

La vida no es de color de rosa, pero tampoco está en blanco y negro. La vida es una paleta de colores infinitos y, según el momento, te toca vivir en una grama u otra. Ahora estoy sumergida en los grises. Pero seguro que veré colores mejores. [Ari, p. 424]

Alena sabe bien de lo que está escribiendo (y de lo que no, se ha documentado bien para ello) pues ella es patinadora y profesora sobre el hielo en Barcelona, así que transmite la pasión por éste deporte, página tras página. Puedes seguirla en Instagram para saber más. Además, en noviembre copublicó su segunda novela Royalty Witches, junto a Laia López. Una novela de fantasía de brujas que, no tiene nada que ver pero, promete y mucho. 

Hielo y plata no es solo una novela de patinaje sino de mucho más: la vida de deportistas de élite, líos familiares, competiciones, rivalidades, devoción entre patinadores, amistad, humor, retos, fama... señores y señoras... ¡el salseo está más servido y asegurado!

                          

Puntuación 4'5 / 5

Amor por el patinaje, amistad, perseverancia, lucha por los sueños, sacrificio y salseo son algunos de los platos principales que te depara ésta novela. ¿Te la vas a perder? Yo no lo haría, aunque después quieras ponerte los patines y salir al hielo. Un adictivo debut que, a pesar de sus 620 páginas, me ha sabido a poco y quiero segunda parte ¡YA! Además que intuí una cosilla que me gustaría ver desarollada2, aunque según la autora, poc@s lector@es lo pillamos ;)
Es mi primera lectura del año 2021 y sin duda alguna, se coloca entre mis lecturas Top.
El dolor es debilidad saliendo del cuerpo. La debilidad por todo el tiempo que he perdido y que debo recuperar. [p. 217]

Y tú, ¿conocías ésta obra o la has leído? ¿Quieres empezar a leerla? Hazlo aquí. En verdad esta reseña sería el doble de larga pero de verdad considero que es mejor descubrirlo por tu mismo/a, lector.

Gracias por estar aquí, ¡nos leemos!

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